domingo, 20 de abril de 2008

4573 (Parte I)

La llegada del sol al horizonte indicaba la cercanía del final de la clase. Los muros de la Universitas resplandecían en tonos cobre y cobalto. Sus treinta edificios formaban un campus de planta hexagonal, que recordaba el escudo de la institución: una punta por cada continente.

Jon se asomaba con el rabillo del ojo a través de la cristalera, pero no perdía atención a los últimos minutos de charla. Hoy tocaba formato clásico y, aunque se trataba de una exposición oral, no le resultaba aburrida: la Historia del siglo XXIX siempre le había parecido interesante, cuanto menos, entretenida. El hecho de haber escogido Historia de la Tierra como Primera Intensificación había causado sorpresa en una familia de Ingenieros. No era algo frecuente. Quizás el haber nacido el quinto de cinco hermanos le había movido a romper con la tradición familiar. Ese viejo impulso humano de querer ser diferente, de hacerse notar. El señor Mares no había puesto ninguna objeción, dejando a su benjamín elegir su propio destino. Y es que, en aquel tiempo, la elección de le Primera Intensificación algo que marcaba profundamente la vida de una persona ...

Continuará

Democracia

En su entrada del 25 de marzo, el divulgador científico y escritor Eduardo Punset hace una reflexión interesante acerca de la política y lo que él espera del Presidente, indicando que no hay que pedirle nada al mismo, sino a los ciudadanos. Esta entrada me dio pie a un debate interno acerca de la validez de la Democracia, algo que casi todos damos por sentada.


Sr. Punset:
Por qué creer que la democracia cuando está basada en la decisión de la mayoría. Y qué sucede si la mayoría está equivocada, o comprada, u obnubilada por entretenimientos como el fútbol. Creo que fue de usted de quien leí una idea que me agitó desde dentro, pues nunca la había creido posible desde mi confianza en el ser humano:
“No vamos necesariamente hacia algo mejor”