De la Ineptitud de los Políticos

En mi aun corta vida he tenido numerosas ocasiones de comprobar cómo en este país la ineptitud y el ascenso en el poder, en todas las escalas, van de la mano en demasiadas ocasiones. Y digo en este país porque, por suerte o por desgracia, es el único en el que he residido más de un mes. Por eso me pregunto si el hecho que comento será algo universal o un mal que afecta sólo en algunos países. Quizá la respuesta sea que aquí es algo que se da en una medida superior, y esta medida la permiten los ciudadanos de este país, porque quizá en otros no lo permiten.

Escuchando la radio, leyendo la prensa e incluso en mi trabajo he tenido la oportunidad de comprobar cómo la clase política de este país tiene una serie de características que cuanto menos me llaman la atención. Y no me refiero al gobierno de España, sino a alcaldes y puestos anejos, así como a gran parte del funcionariado.

Tenemos en este país una serie de males endémicos que igualmente me resultan llamativas. Cómo es posible que en tantas ocasiones la ineptitud, la poca honradez, la poca vergüenza y otra serie de características despreciables se alíen en estas personas que ostentan cargos y cobran sueldos que cuadruplican a los de los profesionales mejor formados. ¿Porqué se permite que estos personajes duren un minuto más en sus despachos?. ¿ Está esta sociedad formada en su mayoría por incultos, ovejas lobotomizadas por el futbol y los placeres bajos, hedonístas y vagos? ¿Por qué una y otra vez llegan al poder no los más preparados sino los más oportunistas y los que mejor caen a la masa? ¿ Por qué la masa tonta decide el destino y la vida de todos?

Supongo que el pesimismo y la poca fe en el ser humano se desprende de estas palabras, pero es que odio vivir rodeado de indolentes cuya mayor tema de conversación es cómo 11 tíos que ganan una millonada y que se ríen de todos nosotros dan patadas a un balón. Y que conste que me gusta el deporte, y el fútbol me parece uno de los más bonitos, pero no lo que lleva a su alrededor. El ser humano otra vez.


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